Fútbol
Miercoles 10 de Junio de 2015

Se va un gran tipo y un extraordinario jugador

Diego Calgaro rescindió contrato con la institución al tener poco lugar en el plantel superior. El volante misionero entró en la historia del club tras marcarle un gol a Independiente. Como parte de la reducción presupuestaria, no se descartan otras bajas.


“El córner que va llegar con Bruno, hay viene el zurdazo, cabezazoooo……goooooooollllllll……goooooolllllllll…..Calgarooooooooo…..goooooooollllllll…..” Transcurrían 2 minutos 40 segundos de partido, cuando el volante misionero Diego Calgaro, metió un cabezazo goleador para establecer uno de los goles más importantes de la historia de Crucero. Fue el 21 de abril de 2014, la gran noche de lunes en Santa Inés, cuando El Colectivero venció a Independiente de Avellaneda 3 a 1 y Calgaro marcaba el camino. Inolvidable partido, grato momento para la institución e imborrable para el jugador, que se ganó el cariño y respeto de todos los compañeros y el reconocimiento del público que descubrió a un verdadero guerrero en el volante que nació en la tierra colorada e hizo las inferiores en Rosario Central. Y de la alegría inconmensurable a un dolor insuperable, la de otro lunes, el 19 de mayo del mismo año, cuando en Corrientes, en una acción muy “tonta”, Diego Calgaro tuvo que ser retirado de la cancha (nunca fue suplente en Crucero) acusando una lesión que después se confirmaría como la rotura de los ligamentos cruzados de una de sus rodillas.



Más de un año después Calgaro, rescindió contrato con el club y buscará nuevos horizontes con la intención de hallar los minutos de fútbol que necesita ante la superpoblación de jugadores en su puesto.  “Yo cuando me rompí la rodilla me tocó estar parado y en diciembre, antes que termine el campeonato, el Cuerpo Técnico anterior me comunicó que no iba a ser tenido en cuenta porque a través de la lesión él no me podía dar minutos de juego en Primera en los partidos oficiales”, comenzó su relato Diego, en la nota que dio a modo de despedida.



“Yo tenía apenas 5 meses y medio de lesionado, ni siquiera tenía el alta, entonces charlé con los dirigente y el Presidente, y llegamos a un acuerdo que me dejó quedarme a pelearla hasta junio, hasta ahora. Pero si yo no lograba jugar rescindíamos el contrato de común acuerdo. Yo confiando mucho en mi condiciones, como lo hice siempre, sabía que me iba a poner bien, la iba a pelear y que iba a terminar jugando. Iba a dar vuelta esto que yo había dicho”, contó el volante central. En plena recuperación de su lesión, el club decidió renovarle el contrato por 18 meses, de acuerdo a lo que exigía el reglamento, previo al inicio del torneo de Transición que desembocó en el ascenso a Primera.



 



Etapa final



En la continuidad de sus declaraciones, Calgaro recordó que: “cuando llegó enero de este año, me di cuenta que la realidad era otra. No me tocó viajar a la pretemporada, cuando le comuniqué esto al Cuerpo Técnico anterior, me respondió que la decisión ya estaba tomada y me costó muchísimo, porque no tuve la posibilidad de pelearla. Ni siquiera hacía futbol en los entrenamientos, entonces se me complicó”.  Y agregó: “He jugado algunos partidos con la Cuarta para agarrar ritmo, pero nunca pude hacer fútbol con el equipo titular, ni con los suplentes. He jugado en ocho meses, tres amistosos con la Cuarta, que realmente no me pude mostrar para jugar”.



La llegada del cuerpo técnico le abrió otras expectativas al jugador que, sin embargo, cuenta cómo se llegó al desenlace: “A medida que pasaban los meses me di cuenta que yo no tenía lugar, que yo no la podía pelear. Ahora llegó Junio, vino un Cuerpo Técnico nuevo. Desde que vino Rambert me dio la posibilidad de hacer fútbol, la continuidad que necesitaba, me estaba poniendo bien, la rodilla responde diez puntos. Pero tampoco me alcanzó para jugar y ahora terminó el campeonato y me junté a hablar con el técnico y con los dirigentes para ver que iba a pasar conmigo. El técnico (Rambert) me sorprendió muchísimo, menos mal que lo hice sino me iba a arrepentir toda la vida. Es para destacar la forma en la que me trató y lo que me dijo, por ahí me las guardo para mí, pero valoré muchísimo la charla que tuvimos porque me sirvió mucho. Me sorprendí por los consejos que me brindó. Es un DT, que lo tuve muy poco, pero le voy a estar muy agradecido por haberme dado la posibilidad de entrenar”.



A la hora de definir su situación, el ex jugador de Unión de Santa Fe expresó que “me senté a hablar con los dirigentes y me dijeron que en mi posición había superpoblación de jugadores. Me dijeron que lo mejor es que terminemos el contrato, de común acuerdo. Porque no me sirve a mí ni en lo futbolístico quedarme, ni a ellos tampoco. Yo le había dado mi palabra al Presidente que si no jugaba me iba, mis viejos me enseñaron que la palabra vale mucho más que el contrato. Sabiendo que tengo contrato hasta diciembre, tampoco quiero perjudicar al club, no es mi idea, no es mi intención”, admitió el futbolista.



 



Sueña con la revancha



“Yo soy un agradecido al club, yo soy misionero, seguramente el día de mañana voy a vivir acá, en mí provincia. Y si bien me quería quedar, soy consciente de que me tenía que ir. Nada para criticar, nada para reprocharle al club. Al contrario, palabras siempre de agradecimiento”, continuó Calgaro analizando su estadía en El Colectivero. “Hoy me toca irme me duele porque yo soy de acá. La verdad que había encontrado mi lugar y aparte si analizo futbolísticamente no me fue mal. Al contrario, yo en este club siempre fui titular, mientras estuve bien. Siempre fui titular y nunca me tocó ir al banco. Pase de ser titular a romperme la rodilla y a no tener la posibilidad de volver a jugar nunca más. El fútbol tiene esas cosas”.



“Si no me hubiese lesionado, mi situación en el club, hubiese sido otra. Las cosas pasan por algo. Ojalá el día de mañana tenga una revancha en el club. Pasé dos años increíbles, yo hace muchísimo vengo jugando en el fútbol profesional y creo que Misiones es mi lugar, no tengo dudas. Lo comprobé en estos dos años, donde fui feliz tanto adentro, como afuera de la cancha. Disfruté de mi familia. Crucero me dio la oportunidad de jugar y por lo menos tener las aspiraciones de volver a Primera. El primer año que me tocó jugar, vine a pelear un descenso, a pelear por mantener la categoría y terminamos peleando un ascenso. Esas cosas son muy lindas. Me llevo los mejores recuerdos del club, me llevo grandes amigos que pude hacer con el plantel, y eso para mí es una satisfacción”, resumió el posadeño de nacimiento y apostoleño por adopción.



El último partido



“Rambert me dijo que no me iba a llevar a la Copa Argentina porque él notaba que yo estaba falto de ritmo. Pero como vio el cariño que me tienen mis compañeros, él y los profes decidieron que yo viaje a la Copa Argentina como un premio para mí, por lo que vieron ellos de mis compañeros hacia a mí. Eso me enorgullece. Si tengo que decir algo, me quedo con eso. Después destaco que estuve un año sin que me citen, peleándola con lesiones, estando afuera, y cuando me citó Rambert para la Copa Argentina, el aplauso que me dieron todos mis compañeros no me lo voy a olvidar nunca más en mi vida”, dijo Calgaro sobre el juego ante Los Andes en cancha de Lanus aunque sin dudas, lo que quedará grabado por siempre, es el gol a Independiente. “Me tocó jugar el lindo partido contra Independiente acá, por lo que significó para la historia del club. Se hablaba de que era el partido más importante de su historia por la corta edad que tiene. Gracias a Dios me tocó hacer un gol, me tocó ganarles. Ese recuerdo me lo voy a llevar por el resto de mi vida”.



A la hora de realizar un balance y, a modo de resumen, Calgaro aseguró: “En años anteriores a los jugadores les costaba venir a la provincia, porque está lejos de Buenos Aires. A mí cuando me dijeron de venir a Crucero, yo ni lo dudé, porque yo soy de acá. Creo que cada vez van a ser más los jugadores que van a querer venir a Crucero, porque van viendo lo que es. Porque es una Institución muy prolija, que el Presidente hace un esfuerzo muy grande por estar al día con el plantel, y eso no en todos los clubes se da. Yo pienso que cada vez van a ser más los jugadores que quieran venir a este club por lo ordenado que es, y aparte porque es un club muy lindo. Porque tiene instalaciones de primer nivel, y cada día va a seguir siendo más grande”.



Para el futuro, Caglaro pidió que “ojalá tenga la suerte que la gente acompañe un poco más, a medida que pasen los años la gente se va a ir enganchando más y no va a faltar mucho tiempo para que la cancha de Crucero explote todos los fines de semana”.



 “Por último quiero agradecerle al Presidente por la posibilidad que me dio en estos dos años, que fueron buenos y malos para mí en lo personal. Y también a la gente que en su momento me bancó, siempre voy a estarles muy agradecido. Ojalá el día de mañana pueda tener una revancha en el club, que yo soy Misionero y estoy muy a gusto con la provincia”. Ese fue el mensaje final de Diego Calgaro, un gran tipo y un extraordinario jugador que hoy dice hasta pronto. Con la mirada puesta en buscar algún club para encontrar rodaje, el volante sueña con la revancha. Hombre de palabra, los de la vieja escuela, que al no encontrar un lugar entendió la necesidad del club de achicar su plantel por una cuestión presupuestaria como seguramente pasará con otros futbolistas.



Gracias Diego, Crucero es tu casa, Misiones es tu tierra y el fútbol nos volverá a unir, en cualquier momento.