Noventa minutos y algo más. Eso separa a Crucero del ascenso a la Primera División del Fútbol Argentino. Noventa minutos y un triunfo ante Patronato, bastarán para conseguir algo inédito para un equipo misionero, que pasó por todas las categorías del fútbol argentino, sin invitaciones y consiguiendo cada salto de categoría por mérito propio en solo once años de vida. Ahora busca darse un gusto que siempre le fue esquivo, festejar en casa, ascender delante de toda su gente en el Andrés Guacurarí de Garupá, lo que significará su primera estrella conseguida directamente en Misiones.

Hasta cuando consiguió su primer título en la Liga Posadeña de Fútbol la vuelta olímpica fue en un terreno neutral (Jorge Gibson Brown). En la escalera del ascenso, cada conquista llegó lejos de la tierra colorada. Como aquel en La Rioja ante Independiente; o la recordada caravana de misioneros en el Mundialista de Mar del Plata ante Alvarado o en la sureña Puerto Madryn con la asistencia de un solo hincha y la mirada de toda una provincia por TV. La historia ahora pone al Colectivero ante otro momento único, en el partido 99 que disputará en la B Nacional, necesita un triunfo ante Patronato de Paraná, partido que se jugará el domingo a las 17 hs en el ya mítico estadio de Santa Inés.

Con 27 puntos en el certamen de Transición, Crucero no depende de ningún rival, únicamente de su propio resultado. Un triunfo lo depositará en la máxima categoría del fútbol argentino y, hasta un empate, también le permitirá agregar una estrella en el escudo del club, según se den otros resultados.

El fútbol misionero hace décadas que espera que se concrete este sueño. Partidos por los puntos ante los grandes del país es posible si Crucero consigue la victoria. Varias generaciones aguardan con ansias este momento y VOS, TENES QUE SER TESTIGO del PARTIDO DE LA VIDA, de la vida del Colectivero. De todos los misioneros.