GARUPÁ. De no creer. Crucero ganaba 3 a 0 cómodamente en casa, ante su público, y todo era fiesta. Sin embargo, se quedó sin nafta sobre el final y Huracán se lo empató y casi lo ganó. Con este resultado, Crucero dejó ir una gran chance de ponerse a tiro ante su rival de turno, que ahora quedó a 4.

De entrada, Crucero dominó las acciones de juego, y encontró a las espaldas de Arano, el hueco necesario para lastimar a Huracán. Nicolás Martínez cada vez que se decidía desbordaba y ganaba. Chironi, era el conductor neto de juego, que necesitó Crucero a lo largo de las 19 fechas. Ávalos todo lo que tocó fue gol. La última línea tenía bien controlados a Ábila y Espinoza. Estaba todo dado para que el colectivero se floree y salga de una buena vez por todas de la mala racha que arrastra desde la vuelta por el receso de la Copa América.

A los 11 minutos, después de un par de situaciones de riesgo creadas por Martínez por derecha, llegó el gol. Alejandro Pérez desbordó a Arano, y mandó un centro preciso para la cabeza de Ávalos, que ganó en las alturas y se la cambió de palo a Díaz, que poco pudo hacer. Llegaba el tan ansiado y necesitado gol para el paraguayo, que además le daba la victoria parcial al dueño de casa. Como si fuera poco para los de Apuzzo, Marcos Díaz se lastimaría en un choque ante una salida apresurada, y tendría que ser reemplazado por Giordano.

Sin embargo, las cosas serían aún peores para “el globo”. A los 24 minutos, el inquieto Nicolás Martínez le robó el balón a Arano, y habilitó desde la derecha a su compatriota Ávalos, que tan sólo debió empujarla para poner el 2-0 para Crucero.

El público comenzaba a entusiasmarse, al igual que los 11 que estaban dentro del campo de juego. Teniendo en cuenta la contundencia del cuadro de Santa Inés, y además el ritmo con el que controlaba el trámite.

En la etapa complementaria, Crucero tomó la peor decisión de todas: perdonarle la vida a Huracán. El conjunto de Rambert tuvo varias situaciones para sentenciar el pleito, pero las malogró y lo terminó pagando caro.

A los 3 minutos de juego del segundo tiempo, Martínez habilitó a Ávalos, que no pudo definir con justeza. Así mismo, el propio Nicolás Martínez, de gran partido, creó una gran jugada individual por derecha, y cuando se acomodó para definir, tuvo la cuota de suerte. Porque Arano, en su afán por despejar la pelota, la clavó en el ángulo de Giordano. Era 3-0 para Crucero y una vez más todo parecía ser un clima de fiesta y goleada.

Pero, lamentablemente a esta clase de equipos no hay que regalarles nada. Y eso, lo tendrá que aprender muy bien el colectivero si quiere seguir con chances de quedarse en la máxima categoría. De a poco, los hombres de Rambert se fueron quedando y retrasando en el campo, apostando a las contras.

A los 31 minutos del complemento, Ábila habilitó a Espinoza, que la puso contra el palo izquierdo de Ramírez. La visita descontaba, pero parecía que no le alcanzaba por lo demostrado dentro del rectángulo de juego.

A los 40 minutos del ST, Toranzo casi sólo se la bajó al ingresado Torassa para que nuevamente descuente Huracán.

Luego, Crucero apostó nuevamente a salir de contra, con Dujaut, Chironi y Martínez. Entre los 3 desperdiciaron chances increíbles para sentenciar la historia, ante un conjunto visitante que estaba entregado prácticamente en defensa. Lo iba a pagar muy caro.

A los 46 minutos del segundo tiempo Domínguez, ya como centro delantero, la peinó para Espinoza, que apareció sólo para igualar las acciones. El número 7 encontró un hueco, y no perdonó. Era un empate que dejaba mudo al público del fútbol misionero, que no encontraba explicación a semejante mala fortuna.

Con este resultado, Crucero quedó a 4 puntos de Huracán, y aún sigue en zona de descenso.

Ahora, Rambert tendrá unos 10 días de preparación para enfrentar a San Lorenzo, teniendo en cuenta que la semana entrante no hay fecha en AFA, por elecciones.