Y si el deseo es ilusionar a todo Misiones de llegar a la máxima categoría, debes lograr un resultado como el de hoy. Sufrido, complicado y con un penal que al minuto 44 paró German Caffa (se tiró al palo izquierdo y detuvo de manera magnifica el remate de Canuto). Lo planificado por el entrenador colectivero salió a medias, porque en defensa Crucero fue un equipo y en ataque otro. Pero la única clara que tuvo el colectivero, la mando adentro. Dardo Romero la toma en la mitad de la cancha y envía un pase gol a espaldas de Andrade, que Nicolás Martínez gana a pura velocidad. Y logra puntear la pelota para vencer a Bertoli con un remate bajo, que significó el único gol del partido al minuto 16 de juego.

Pero todo el análisis no lleva, a un orden táctico del equipo misionero, que respetó en todo momento como debía defender lo conseguido en el arco contrario. Schurrer volvió a los tres centrales y dos laterales. Juan Cabrera jugó muy bien y no hizo extrañar al tarrito Pérez. Dante Bareyro y Federico Rosso neutralizaron a Quiroga, quien buscaba una y otra vez los centros que caían de los carrileros. Tenencia de balón en Brum y Grazzini quién se mostraba movedizo y con peligro latente, cuando se tiraba por los lados.  Canuto Ganaba por izquierda y Guzmán por derecha. Pero todo intento del local, terminaba en centro cruzados para el centrodelantero, que se encontró con una muralla en el fondo.

Más allá de no generar muchas situaciones de gol, es de destacar la lucha y entrega de Gabriel Avalos quien es el primer defensor en las pelotas paradas. Y Nico Martínez no estuvo picante como otras veces, aunque por el gol marcado se lo puede perdonar todo al hombre paraguayo que llega a cinco goles con la camiseta colectivera.

La etapa complementaria no iba a cambiar de los primeros 45 minutos, un equipo local que buscaba por todo el frente, y un Crucero que tácticamente respetó y muy bien, ente3ndiendo de que a fuera hay que sumar, que en un torneo corto lo más importantes es lograr los puntos necesarios en cada escenario, cuando parecía que todo iba a terminar en intentos fallidos por parte del local, cayó un nuevo centro al  área, el balón le pega en la mano a Tomasini y el árbitro cobra un penal de esos dudosos de interpretaciones complicadas. De la pena máxima se encarga el zurdo Canuto quien cruzo su remate y ahí apareció el gran German Caffa para tapar el penal, y el capitán visitante inflo el pecho, para sostener la mínima diferencia hasta el final y poder festejar de visitante c con el pitazo del pobre arbitraje de Argañaraz. Alegría enorme, tres puntos de oro para festejar rumbo a la tierra colorada y a partir de mañana comenzar a pensar en el próximo objetivo, llamado Sportivo Belgrano, equipo que el miércoles llega a Santa Inés, para cerrar la primera rueda del torneo transición de la B nacional.