Cuando no se puede ganar, es bueno no perder. Esa, es una de las frases dentro del futbol, y le cae muy bien al resultado final en el Andrés Guacurarí  de ésta tarde. El colectivero no jugó como en otras presentaciones, y lo sintió en el juego. El rival, Sarmiento,  salió convencido de que podía jugar de igual a igual y lo hizo. Propuso tenencia de balón y se animó a llegar con la presencia de José Tamburelli picante, Cuevas quien las pelea todas y el buen control de Nicolás Sánchez y Sebastián Luna en la mitad de la cancha. Y hablamos del visitante, porque no encontramos a  un Crucero agresivo que se lo lleve por delante a su rival como nos tiene acostumbrado de local. Pero teniendo en cuenta la paridad del torneo, no podemos desmerecer lo hecho por el equipo para volver a sumar. Los hombres claves de Crucero, nunca pudieron sacar redito de sus cualidades, Alejandro Pérez no se proyectó nunca, Diego Torres y Martínez no gravitaron por las bandas y el doble cinco entre Olmedo y Nievas Escobar, se las arreglaban como podían para contener a un equipo visitante, que en 5 minutos ya tuvo dos chances de gol, encontrando a un German Caffa que volvió a responder muy bien.

Tanto Ariel Cólzera y Gabriel Avalos no estuvieron finos, siendo el chaqueño el que buscó, peleó y trató de generar peligro, mientras que el “9” Paraguayo fue muy bien controlado por la dupla Coria-Delgado y no pudo desnivelar en el mano a mano y juego aéreo. Lejos en el análisis, quedaron las quejas por parte del rival de turno, del pasto, del calor y demás cuestiones, jugó para llevarse la victoria y lo intentó por todos lados. En juego individual y colectivo, de pelota parada y hasta de guapo por momentos.

En el complemento, Crucero cambió levemente en actitud y juego, el equipo emparejó las acciones. Las corridas de Nicolás Martínez fueron cada vez más interesantes, Diego Torres se corrió a la izquierda y Cólzera se tiraba hasta la mitad de la cancha para transformarse en lanzador y tratar de buscar un socio ideal para buscar el gol. Y tal vez una de las más claras del juego, a favor del colectivero nació desde un pelotazo en profundidad, cuando Avalos se mete entre los centrales a pura potencia, y cuando encara a Lucas Ischuk, el balón se le vá larga y define incomodo por encima del arquero. A medida que los minutos avanzaban, inconscientemente el equipo de Schurrer se fue dando cuenta, que no sería fácil doblegar al rival de turno, que sabía lo que hacía en el campo y que cerrar en un empate, no era un mal negocio. Más aun teniendo en cuenta que el equipo se quedó con un hombre menos, por la expulsión de Alejandro Pérez por doble amarilla cuando faltaban 10 minutos para el cierre del partido. El entrenador mandó al campo a Lucas Caballero por Ariel Cólzera y el chico se paró como lateral derecho, Chironi ingreso por Torres y Martínez Gamarra por el extenuado Avalos.

Siempre es bueno sumar, de local o visitante en un torneo parejo, que nadie regala absolutamente nada y todo buscan el mismo objetivo. En el horizonte asoma Patronato de Paraná, que significará un nuevo desafío y problema a resolver, para seguir prendido en lo más alto del grupo B, y seguir soñando en grande.