Para que la fiesta sea completa, indudablemente hacía falta una victoria contundente como lo hizo Crucero en la noche de Santa Inés. Pegó en la primera chance que tuvo, cuando a los 3 minutos a la salida de un centro del sector izquierdo ejecutado por Bruno, apareció Diego Calgaro (volvía a la titularidad tras una rotura fibrilar) para elevarse dentro del área y conectar con el parietal derecho y desatar la primera gran emoción en la parcialidad local. Un equipo sólido y compacto en todas las líneas, generó peligro a partir de la gran noche de Enzo Bruno, intratable, veloz y preciso, lo tuvo a maltraer a Gabriel Valles y Martin Zapata cuando se dedicaba a cambiar de ritmo. Cólzera y Olivares siempre importantes en un equipo que tuvo el equilibrio en un Marcelo Lamas que cada vez juega mejor.

En el equipo rival, poca profundidad e impreciso fue más por el peso de su camiseta llegó a la igualdad con una pelota parada. Manzanares se lleva puesto a un rival, y del tiro libre se encargó Montenegro, un verdadero especialista en pelotas detenidas para el 1-1 al minuto 23 de juego. Volver a empezar y generar de nuevo. Pero fue uno de esos encuentros donde cada vez que el equipo llega al arco rival, genera una sensación de gol. Olivares y Cólzera gestaron una maniobra tremenda por derecha para elevar un centro al segundo palo, donde se encontraba el goleador Ernesto Álvarez  para volver a poner en ventaja al equipo cuando transcurrían 35 minutos de juego. A partir del segundo gol, todo hacía suponer que el equipo jugaba a lastimar al rival cada vez que se proponía con jugadores que entraron a disputar una verdadera final con la concentración necesaria para obtener un resultado positivo.

La posesión del balón en la segunda parte fue de Independiente, donde Crucero se tiró unos metros más atrás, pero a dicha tenencia, el rojo jamás implemento agresividad y peligro hacia German Caffa, Fredes como receptor se mostraba para jugar, Montenegro intentaba el juego asociado con Vidal, pero la carencia ofensiva para este juego, más la noche impecable de la defensa misionera, hicieron de un juego soñado en cuanto a lo táctico y efectividad. A la desesperación del equipo de Omar De Felippe, puso a Menéndez por Villalba, Pisano por Zapata e Insua por Fredes, Crucero dió el golpe final. Nuevamente Cólzera y Bruno se juntaron, esta vez por izquierda para elaborar una gran maniobra que el propio Bruno cruzó al área y llegando pr el segundo palo, Ernesto Álvarez vuelve a convertir, para poner el 3-1 del partido y su gol número 15 en el torneo.

El equipo con la gran victoria ante Independiente, llega a los 52 puntos, queda tercero en la tabla de posiciones y cada vez se convence mas de que este es el camino para lograr grande objetivos dentro de un torneo irregular, que todos los encuentros son verdaderas finales, y convencido de que a falta de 8 partidos por disputarse, el mayor objetivo de la institución está a un paso de ser concretado.

Párrafo aparte para el marco extraordinario de público que se dio cita en el Andrés Guacurarí para apoyar al equipo, a todos ellos muchas gracias y a seguir apostando por el crecimiento del futbol en nuestra provincia.