BUENOS AIRES. Garra, entrega y concentración, son las palabras justas para definir a Crucero. Recién están dando sus primeros pasos en la máxima categoría del Fútbol Argentino, y anoche les tocó enfrentar a Vélez Sarsfield, en Liniers. Los misioneros supieron esperar y contragolpear, aunque se topó con un “fortín”,  de jugadores con años de trayectoria, que le tiraron encima toda su jerarquía. Sin dudas, el camino no será nada fácil, pero la demostración de carácter de ayer, da a pensar que los de Schurrer van a dar que hablar.

El elenco de Gabriel Schurrer salió a esperar a su rival, y apeló a los contragolpes, mediante la velocidad de sus delanteros, y la buena pegada de Lamas, Romero y Vázquez. Así llegó la primera chances clara de gol, con un pelotazo frontal, que cayó a las espaldas de los defensores. Gabriel Ávalos la bajó de pecho, y definió fuerte sobre el arco de Sosa, que tuvo que estirarse para sacar el balón al córner.

Los dirigidos por Miguel Russo manejaron las acciones del juego, mediante Somoza y Romero, pero no tenían profundidad. Ya que Lamas, tuvo un enorme primer tiempo, parado por delante de los dos marcadores centrales. Ellos mismos fueron los más participativos, e hicieron una gran labor defensiva, forjando que Pavone y Caraglio, no puedan girar y quedar de frente al arco de Caffa, y si lo hicieron, lo hicieron incómodamente. Gran partido de la dupla central, que más allá del resultado, fueron las figuras del encuentro, demostrando estar a la altura de tamaño compromiso.  

Otro de los puntos altos de la primera parte, fue Germán Caffa, que tuvo que aparecer a los 16 minutos, luego de un remate de Pavone, y más tarde con un cabezazo de Caraglio, dentro del área chica.

Ya en el complemento, los locales salieron decididos a atacar, y lograron rápidamente ponerse en ventaja, luego de un centro Rolón desde la derecha, que Cabral logró cabecear y meterla por sobre encima “Tito” Caffa, que voló pero no llegó a despejarla. 1 a 0 para los de Russo, y ahora se hacía todo más difícil.

Gabriel Schurrer había intentado darle un poco más de movilidad a la ofensiva, ya que Ávalos muchas veces se encontraba sólo ante los defensores rivales. Ingresaron Martínez, Álvarez y Monserrat. Esa movilidad hizo que Crucero se fuera lanzado al ataque, y dejara algunos espacios. Lugares que Vélez aprovechó con la entrada de Asad, que amplió el marcador a los 75 minutos, se encontró sólo en el área chica, y definió entre las piernas de Caffa.

Así y todo, el colectivero ya con el tridente paraguayo en cancha, no bajó los brazos y fue al frente. Tuvo dos opciones de gol, una de ellas fue adentro. Primero, la bajó Ávalos en el área para que Monserrat la pegara, aunque su disparo fue directo al pecho de Sosa. Más tarde, aparecería la joya de la noche en Buenos Aires. Nicolás Martínez, a los 85 minutos, pateó un exquisito tiro libre que se metió en el ángulo del palo derecho de Sosa. Golazo de “Nico”, que entró en la historia del Club, ya que fue el primer gol de Crucero en la máxima categoría.  

A pesar de que se notan los cambios de categoría, y de ritmo de juego. Los de Gabriel Schurrer deben caminar con la frente bien en alto, porque lo de ayer más que una derrota, fue un triunfo a la concentración y al sacrificio.

En la próxima fecha del Torneo Julio Humberto Grondona recibirá a Rosario Central, en el Estadio Andrés Guacurarí, aún con día y horario a confirmar.