GARUPÁ. Crucero retornó a los entrenamientos, con la mentalidad de salir de la mala racha por la que está pasando en su primera excursión en la máxima categoría. En el Andrés Guacurarí hubo una rutina de trabajos intermitentes con los preparadores físicos, Gustavo Zubeldía y Daniel Jara. Allí los jugadores del cuadro misionero enfocaron sus movimientos en lo físico, teniendo en cuenta que el fin de semana no tendrán.

Uno de los jugadores que no pudo estar presente y que debió pasar por kinesiología fue Maximiliano Oliva, que sufrió un golpe en el tobillo izquierdo ante Quilmes, y le produjo un esguince moderado, que le demandará una recuperación de dos semanas. El resto de sus compañeros, se movieron normalmente bajo la atenta mirada de Gabriel Schurrer.

El plantel volverá a prepararse mañana desde las 16 horas, en el predio de Santa Inés.